Enseñando al perro a “ir al baño”

Una de las consultas más frecuentes que hacen los dueños de perros tiene que ver con los métodos para enseñarle al animal a hacer sus necesidades en un sitio determinado y no en cualquier lugar de la casa. Si se toman las medidas correctas para educar a la mascota desde el momento en que llega a nuestro hogar, independientemente de su edad, y se combina esto con un poco de paciencia y disponibilidad de tiempo, el proceso puede tardar de dos a cuatro semanas, con resultados prácticamente permanentes.



Existen muchos mitos con respecto a las acciones que se deben tomar para enseñarle al perro a ir al “baño” fuera de casa, lamentablemente la gran mayoría de ellos son falsos por lo que trataremos de guiarles con la manera correcta de enfrentar este “problema”.

Naturaleza limpia : Contrario a la creencia popular, lo primero que debemos entender es que el perro es un animal limpio por naturaleza y rara vez querrá orinar o defecar en el lugar dónde duerme o come. Esta característica se debe aprovechar para entrenarlo.

Terreno : Otro factor importante es el tipo de superficie que queremos que utilice: si acostumbramos a un perro a hacer sus necesidades en el zacate o la tierra, siempre va a preferir ir en ese tipo de terreno, antes de utilizar el concreto o la cerámica.


Capacidad de relacionar eventos : No podemos castigar un perro por algo que hizo hace media hora o mientras estábamos fuera y pretender que nos entienda. El perro relaciona eventos con 30 segundos de tiempo. ¿Qué queremos decir con esto? Significa que para que la corrección funcione hay que “agarrarlo” en el acto o recién terminado. De lo contrario no hay nada qué hacer.

Si regresamos a casa y castigamos al animal porque tuvo un “accidente” dentro de la vivienda, el animal solo va a entender que nos enoja la presencia de las heces o de la orina, pero no efectúa el razonamiento de que no debe eliminar adentro.

Pegar con el periódico o enterrarles la nariz : ¡NUNCA! No logramos absolutamente nada con ninguna de las dos cosas: con violencia el perro no entiende, perdemos su respeto y confianza, y lo único que obtenemos es que el perro nos tenga miedo. Sin embargo, algunas personas aseguran que el perro sí entiende, puesto que cuando llegan a la casa el animal sale corriendo o se le ve “cara de culpa”. ¡No confundamos el miedo con el respeto!

Pasos a seguir : Establecer su “cuarto”: en el caso de los cachorros o cuando introducimos un perro adulto a un ambiente nuevo, es importante que le coloquemos su cama y le demos su espacio en cualquier habitación cerrada; ahí deben dormir y debemos jugar con ellos también. Los perros no defecan cerca de dónde comen o duermen, a menos que los dejemos sin acceso a un “baño” por periodos demasiado prolongados de tiempo.

Designarle su “baño”: desde el primer día que el perro llega a la casa, debemos designar el espacio donde queremos que haga sus necesidades.

Establecer tiempos de comida: esto varía dependiendo de la edad del perro, antes de los 6 meses deben comer 3 veces al día, de los 6 meses al año 2 veces al día y del año en adelante pueden comer una vez al día. Debemos respetar los tiempos de comida de manera que les regulemos su sistema digestivo, por ejemplo, cuando son cachorros, darles de comer siempre a las 7 a.m., 1 p.m. y 6 p.m. Recuerde que si le da de comer muy tarde en la noche, ¡va a sentir necesidad de defecar también muy tarde en la noche!

Respetar sus horarios: los perros afortunadamente funcionan como un reloj. Entre 20 y 30 minutos después de comer y tomar agua, van a sentir ganas de desechar. La mejor manera de enseñarles donde queremos que lo hagan, es llevarlos en ese lapso de tiempo a la zona que designamos con anterioridad y cuando terminen, felicitarlos de manera efusiva por lo que hicieron. Su perro quiere agradarlo, hacer feliz a un dueño cariñoso lo motiva, aprovéchelo premiando cada actitud “deseable”.

Acceso al “baño”: los perros necesitan constante acceso al área que designamos, si un perro entrenado ensucia dentro de la casa, existe una alta probabilidad de que no aguantó tanto tiempo, y el error es nuestro por no permitirle salir antes.

Corrección: si los encontramos en el acto justo en la sala de la casa o un cuarto, inmediatamente debemos hacer la corrección con la voz, decir un “NO” o “PERRO MALO” con un tono grave y firme, de manera que entiendan que lo que hacen no tiene nuestra aprobación.  En ese momento hay que llevarlo al lugar que escogimos y dejarlo ahí un par de minutos. Podemos limpiar con una toalla desechable y colocarla en la zona designada.

Si encontramos una sorpresa en la casa: realmente hay poco que hacer, y MUCHO que no hacer: no le pegue al perro, no lo regañe, no le hunda la nariz, repetimos, no sirve absolutamente para nada. Puede acercar al perro gentilmente mientras limpia, tomar la toalla con la que limpió y caminar junto al perro para depositarla en la zona designada. ¿Por qué hacemos esto? Usualmente el perro utiliza los mismos lugares para defecar u orinar, dado a que sigue el olor, aprovechemos ese sentido del olfato para entrenar a nuestra mascota.

Justo antes de dormir: después de los 6-8 meses un perro puede aguantar toda la noche en su “cuarto” y sin orinar; sin embargo, para hacerlo más sencillo, justo antes de llevarlo a dormir saquémoslo al baño y le haremos más placentero el sueño.

Al despertar: cuando los seres humanos nos despertamos, lo primero que hacemos es orinar. En los perros no es diferente, saque a su perro a orinar temprano en la mañana y evite accidentes.

Usemos la misma salida: si usamos siempre la misma puerta para sacar al perro a hacer sus necesidades, lograremos que la relacione con la actividad, de manera que cuando tenga que ir rascará la puerta o irá a llorar cerca de ella, de esa manera nos avisa.

Consideraciones


Cachorros: hay factores que debemos tomar en cuenta cuando tenemos un cachorro; ellos necesitan desechar más o menos cada 3 horas y por lo general van al baño 10 o 15 minutos luego de comer. No pueden sostener la orina por periodos prolongados de tiempo, capacidad que adquieren paulatinamente una vez superados los 3 meses de edad. Aprenden muy rápido, pero tenga paciencia, pues aunque sepan dónde tienen que ir son mucho más propensos a los accidentes. Son muy sensibles en ésta etapa, y un regaño muy fuerte los puede marcar de por vida. Sea gentil y logrará resultados rápidamente.

Accidentes: aunque su perro esté totalmente entrenado, en algún momento puede sufrir un accidente dentro de la casa, ya sea por enfermedad, porque se emocionó demasiado, se asustó o simplemente no le dio tiempo de llegar. No se debe corregir al perro cuando esto sucede, es un acto involuntario.

Factores fisiológicos: un perro que va demasiado al baño, al punto que parece no controlarse, puede tener problemas físicos. Siempre es importante visitar al veterinario para descartar cualquier enfermedad, sobre todo si el perro es rescatado y no conocemos su historial médico.

Castración en hembras: en muy raros casos, la hembra puede presentar incontinencia urinaria si es castrada antes de los 6 meses. Este es un padecimiento muy fácil de corregir, de nuevo la recomendación es una visita al veterinario.

Castración en machos: después de los 4 meses, en cualquier momento el perro puede entrar en una etapa de madurez sexual, a partir de ese momento empieza a orinar por toda la casa marcando su territorio. Para evitar este comportamiento se recomienda la castración. Una buena señal de que el animal está entrando en esa etapa es cuando comienza a levantar la pata.

fte
Javier Valverde Richmond
Adiestrador y terapeuta de conducta canina
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