Golpe de calor en nuestras mascotas

Los perros no son tan eficientes para liberar calor como nosotros los humanos; están hechos para conservar el calor en lugar de liberarlo, y tienden a calentarse más rápido que nosotros, ellos eliminan el calor a través del jadeo y del sudor que expulsan por las almohadillas de los pies y por las zonas aisladas con poco pelo, como puede ser el vientre y los gatos intentan mantener una temperatura estable lamiéndose y manteniendo el pelo liso, de este modo, la saliva depositada en el pelo, al evaporarse, disminuye su calor corporal.

Como tal, es posible que no te des cuenta cuando tu mascota tiene un golpe de calor hasta que los síntomas se desarrollan repentinamente. El golpe de calor es una enfermedad muy grave y puede aparecer por sorpresa, y se convierte en una situación de emergencia en cuestión de minutos.

A pesar de la temperatura, hay que tener en cuenta que hay ambientes que propician el golpe de calor como son los espacios reducidos y/o mal ventilados como el coche, una habitación, un balcón cerrado, las terrazas..

¿A quién afecta?
Los perros y gatos más propensos al golpe de calor son los cachorros y los ya mayores. Los que también tienen un factor de riesgo elevado son los animales de capa negra, ya que absorben más el calor que los de capa clara.

Los perros que hacen ejercicio en tiempo caluroso, y los perros y gatos que tienen la "cara chata", como el Bulldog o el Persa, también son más propensos a estos colapsos.

Síntomas
El perro o gato que ha sufrido un golpe de calor muestra los siguientes síntomas:
  • Está perezoso y sin ganas de moverse.
  • Su respiración es rápida o costosa y las mucosas de las encías y de la conjuntiva están azuladas.
  • Temblores musculares e incluso vómitos.
  • Le aumenta el ritmo cardíaco.
  • Se tambalea.
Consecuencias

Si el animal no es tratado a tiempo, puede que esta dolencia se agrave y:
  • Le aparezcan pequeñas manchas de sangre en la piel.
  • Padezca una hemorragia gastrointestinal.
  • Sufra una insuficiencia hepática o renal.
  • Se vea afectado por un edema cerebral.
  • Le fallen los órganos.

La temperatura media de los perros es de 39°C, pero cuando sufren un golpe de calor, ésta puede llegar a los 42°C o más.

Tratamiento
El golpe de calor se tiene que tratar de inmediato, a la menor sospecha debemos llevar a nuestra mascota al veterinario. Si la situación es tan grave que no podemos trasladar al animal hasta la clínica, nuestro objetivo será el de bajar la temperatura corporal del animal, pero no lo podemos hacer de cualquier manera.

Que hacer ante un golpe de calor:
Para bajar la temperatura corporal del animal deberemos llevarlo a un sitio fresco y aplicar frío en las zonas más importantes, como son la cabeza, el cuello, las ingles y las axilas. De este modo, refrescaremos la sangre que va hacia el cerebro, evitando un posible daño cerebral, y bajaremos la velocidad de la respiración.

Deberemos poner al animal bajo un chorro de agua (no muy fría) y humedecerle la boca con nuestra mano, sin obligarle a beber, puesto que puede que sea incapaz de tragar o que mucha agua lo ahogue. Cuando veamos que la respiración se ha normalizado, podremos sacarlo de debajo del agua pero manteniendo siempre el control de su temperatura.

Si queremos que el frío le cale rápido, podemos ayudarnos con ventilador o le podemos pasar cubitos de hielo por la nariz, las axilas y por los lados del cuello.

A pesar de todos estos esfuerzos, es fundamental que cuando nos sea posible, llevemos al perro o gato al veterinario. Éste deberá hacerle un reconocimiento y administrarle la medicación adecuada para acabar de recuperarse.

Cosas que NO debemos hacer 
Cubrir o envolver a nuestra mascota con toallas, de esta manera el calor sube en vez de salir.
Utilizar agua completamente helada, ya que le podemos dañar el cerebro.

Como prevenir
Para evitar que nuestra mascota sufra un golpe de calor es importante recordar:
  • Dar de beber al animal regularmente para evitar la deshidratación. El agua se debe renovar a menudo y se debe administrar en pocas cantidades.
  • No dejar al perro o gato encerrado dentro del coche.
  • Sacar a pasear al perro en los momentos de menos calor y evitar que haga mucho ejercicio.
  • No encerrar al perro o al gato en una habitación pequeña sin ventilación.
  • Si el perro vive en el jardín, debería tener una sombra en la que cobijarse.
  • En verano, es mejor darle la comida al perro por la noche porqué después de comer, los perros, son más propensos a sufrir colapsos.
  • En caso de salir de viaje, es aconsejable llevar abundante agua y hielo. Si vemos que el animal se estresa, podemos colocar en el suelo del guacal, toallas húmedas.
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