Ya tenemos a nuestro periquito en el lugar que hemos elegido
para él, una jaula, un aviario, un jaulón, pero no sabemos si está a gusto, si
está tranquilo, si necesita algo, estos datos nos pueden ayudar a conocer mejor
a nuestro periquito y por lo tanto a proporcionarle unos cuidados más
adecuados.
Tareas que realiza cuando se encuentra tranquilo
Sabremos que nuestra mascota está a gusto cuando veamos que
se asea y limpia el plumaje con el pico, poniendo cada pluma en su lugar
correspondiente, vamos, que vemos que nuestro periquito se está poniendo guapo
:-)
Otra actividad que hará es rascarse la cabeza y la nuca con
una de sus patas. Se limpiará el pico si está sucio restregándolo contra los
palos o los barrotes de las jaulas.
Si el pájaro no se encuentra tranquilo no emitirá su clásico
gorgojeo, no cantará, aunque también es posible que nos hayamos topado con un
periquito tímido...
Saltará de palo a palo, se moverá, lo veremos disfrutando
del interior de su habitáculo.
Cuando esté de lo más relajado, esconderá una de sus patitas
en su plumaje, el cual inflará otro poco y empezará a emitir su clásico gorjeo
pero a un volumen muy bajo. Tenemos a nuestro periquito de lo más contento y
feliz.
Qué nos quiere decir
Si permanece sobre una sola pata significa que se encuentra
en un estado de relax, está descansando tranquilamente.
Si estira un ala y una pata al mismo tiempo, como
desperezándose, nos está comunicando que necesita ejercicio, necesita moverse,
esto puede ser debido a que la jaula sea demasiado pequeña o que hemos puesto
demasiados juguetes dentro y no le dejamos moverse.
Si mantiene el plumaje levantado, formando una bola, y está
decaído, es señal de que necesita calor, quizás en el lugar que hayamos dejado
la jaula no le llega el calor del sol. Cuando es al contrario y tiene calor,
veremos a nuestro periquito con las alas ligeramente separadas del cuerpo y
probablemente con el pico levemente abierto. Los periquitos no sudan y esto les
ayuda a bajar la temperatura corporal. También podemos verlos en ese estado si
han realizado un esfuerzo considerable, por ejemplo después de una larga sesión
de vuelo.
Si lo observamos con todo el plumaje pegado a su cuerpo,
todo tieso, respirando con rapidez y estirando el cuello hacia arriba nos está
diciendo que está asustado o que lo hemos asustado, volverá a su estado normal
cuando se le pase el susto, ¡todo puede ser que haya visto un fantasma! Aunque
lo más normal será que lo hayamos asustado nosotros al acercarles nuestra mano,
o al hacer un movimiento brusco cerca de ellos.
El perseguirlos para
devolverlos a la jaula después de un paseo fuera de ella, también los estresa
mucho.
Las peleas de los periquitos
Los periquitos que viven en compañía o si introducimos uno
nuevo en la jaula de otro ejemplar podemos ver que se produce una pelea. Habrá
que distinguir la forma de actuar de un macho y la de la hembra.
Un macho atacará a otro macho por comprobar quien es el
dueño de un palo, o quien come primero, son pequeñas riñas que se limitan a
piar fuertemente y a levantar el plumaje, si la cosa es más seria levantan una
de las patas y dan con ella al abdomen de su contrincante. También podemos
ocasionar una riña si colocamos en la misma jaula dos machos y una hembra, ya
que los machos se pelearan por esa hembra. Un macho rara vez causa la muerte a
otro. Un macho atacando a una hembra es muy raro de ver, yo nunca lo he visto,
los periquitos son más civilizados que nosotros.
Una hembra atacará a otra hembra porque por naturaleza se
llevan mal, por lo menos así lo dicta mi experiencia (aunque siempre hay
excepciones), como en el caso anterior, si colocamos dos hembras y un solo
macho, las hembras se atacarán, y lucharán hasta que una de las dos muera,
ellas son más duras, utilizan el pico fuerte que poseen para infligir más daño
a su adversaria. Una hembra sí atacará a otro macho para librarse de sus
carantoñas si él está interesado en ella pero la hembra no congenia con él, le
picará hasta que el macho se vaya, no suele ser nada serio mientras exista
suficiente espacio en la jaula o pajarera para alejarse y huir.
El periquito como ave social
Los periquitos son aves muy sociables, en libertad viven en
grandes bandadas y por lo tanto su vida transcurre rodeados de ejemplares como
él. Así que podemos decir que la necesidad de estar acompañado es algo que está
muy dentro de un periquito. Contra más compañía tenga más feliz se sentirá, si
no podemos disponer de una pajarera con varios ejemplares, simplemente teniendo
una pareja será de lo más feliz.
El lenguaje social lo podemos observar principalmente en la
limpieza mutua del plumaje, se asean unos a otros y también se rascan en la
nuca, que es un poco inaccesible para alcanzar uno mismo. En una pareja es muy
sencillo ver este comportamiento, también observaremos al macho regurgitándole
comida a la hembra.
Todo este comportamiento cumple la función social de la
confianza, un periquito no dejará a otro rascarle la nuca si no es su pareja o
un buen amigo. Por otra parte se cumple la función de la higiene, yo te limpio
a ti, tú me limpias a mí.
Territorio
El territorio puede ser una causa de conflicto y ocasionar
peleas. Si tenemos un jaulón con varios ejemplares, o aunque sólo tengamos una
pareja, será un grupo cerrado y pueden reaccionar contra el "intruso"
de forma violenta. Por lo tanto conviene no introducir el nuevo periquito en el
grupo, sino ponerlo solo en una jaula pero al lado de los demás, cuidando que
se vean y se escuchen pero como estarán separados no podrá haber peleas.
Con esto conseguimos que ambas partes se vayan acostumbrando
a la presencia del otro. Ahora nos toca a nosotros decidir cuando juntarlos, si
vemos que se llaman, que se aceptan y que muestran ganas de reunirse será el
momento de ponerlos todos juntos.
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